RECUERDA SIEMPRE ESTO HIJA DE MI CORAZÒN, MI VIDITA
No desesperes nunca. No estás sola. Nunca podràs estarlo.
Somos almas acompañadas siempre por un ángel.
Además, a lo largo del camino, con consciencia o no, aparecerán multitud de personas para apoyarte. Sólo debemos abrir el corazón.
Multitud de almas preciosas, estudiantes también en esta escuela llamada vida, aparecerán en tus días y se apoyaràn mutuamente.
¿Quién mejor puede brindar agua a un peregrino sino otro peregrino?
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